20.4.08

Nosotros los idiotas

Nunca se acabará la pesadilla de la campaña de Calderón... Sigue y sigue y no terminará ni siquiera si con el coro de traidores a México que está fabricando, puede lograr cumplir de alguna manera la encomienda de sus verdaderos electores, las transnacionales, y les escritura el tesoro presente y futuro que es el petróleo de México. Bien decía John Ross, en 2006 “Halliburton se robó la elección mexicana”. Calderón no tiene remedio.

Pero lo grave de esta campaña del presidente espurio (para la mitad de la población) es que desde el poder , “su” ejército con el pretexto de combatir al narco, profundiza la militarización de esta supuesta democracia y está listo para criminalizar la protesta popular de los millones que no aceptamos a Felipe ni a su ministrete de Gobernación ni su endeble argumento del popote, etc. Porque, si el espurio presidente Carlos Salinas (1988- 1994), como decía en su momento el famoso caricaturista desaparecido Abel Quesada, intentó cuando menos al principio ganar la presidencia desde el poder, tal no es el caso de Felipe. Simplemente no puede.

El único argumento que tiene Calderón para tratar de imponer la entrega del petróleo, se llama López Obrador. Amlo es aún “el peligro para la entrega de México”, el punching back del gobierno. El único que asusta y desespera al panismo, obsesionado en desacreditarlo. Destruir a López Obrador sigue siendo como en tiempos de Marta Sahagún, la prioridad. Esto debe ser muy bueno para el ego del Peje, pero el gobierno espurio parece no darse cuenta de que de una manera u otra somos millones los que tratamos de evitar la enajenación de nuestra riquez y aunque El Peje tiene infinidad de seguidores, como lo sigue probando cada vez que se presenta en el Zócalo, no es la única voz cantante que puede vanagloriarse del movimiento contra el robo que se pretende contra México.

La lucha por la independencia petrolera no es de un solo hombre. Parece que el gobierno y sus coros desconocen la existencia de asociaciones de ingenieros y técnicos petroleros en mejor posibilidad que otros de informar seriamente al pueblo de la realidad de Pemex. Ellos se oponen a las pretensiones de los políticos sinvergüenzas. Hay además decenas de personas como Manuel Bartlett y Carlos Rojas, entre otros muchos menos conocidos, que ante el peligro cierran filas con los millones de ciudadanos anónimos y sin acceso a los medios. Gente que significa o ha significado algo en el destino de este país eleva la voz contra la canallada en puerta descrita y escenificada a todo color por la propaganda de Pemex, “coco wash goebbeliano” que el Congreso debió haber vetado desde que salió...

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