Las 500 facturas de Ivancar

No sólo corruptos, sino ineptos y cínicos

Más de 500 facturas que la empresa Transportes Especializados Ivancar –propiedad de Juan Camilo Mouriño– cobró a Pemex Refinación dan cuenta de los 100 millones de pesos que el secretario de Gobernación ingresó a sus arcas familiares, y que no reportó en sus declaraciones patrimoniales; también, evidencian incumplimientos a la Ley de Adquisiciones y al fisco

Con sólo cinco pipas, sin que Petróleos Mexicanos verificara su capacidad técnica ni económica –como mandata la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios–, la empresa Transportes Especializados Ivancar (TEISA) recibió adjudicaciones directas para el transporte de hidrocarburos por más de 100 millones de pesos, desde que su accionista y representante legal, Juan Camilo Mouriño Terrazo, actual secretario de Gobernación, se incorporó como funcionario público.

Las 507 facturas expedidas por Grupo Energético del Sureste, al cual pertenece la empresa Ivancar, evidencian los ingresos que obtuvo como contratista el hoy secretario de Gobernación, que no fueron incluidos en su declaración patrimonial.
Documentos contables de Ivancar revelan que facturó servicios que no corresponden a los convenios y contratos, lo que podría implicar desvío de recursos públicos. En algunas operaciones se excedió el tope presupuestal autorizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; en otras, recientemente autorizadas por la actual administración de Jesús Reyes Heroles, se suscribió en una fecha que rebasa el periodo autorizado por la normatividad de Pemex para cualquier modificación.

A más de un mes de que Contralínea revelara los contratos que firmó como funcionario del sector energético y empresario del ramo petrolero, en una dualidad que supone conflicto de intereses, Juan Camilo Mouriño argumentó que Ivancar no ha tenido ningún beneficio e incluso, dijo, “cuando inició tenía 10 pipas de combustible y 23 años después, tiene ocho”. Pero las facturas pagadas por Pemex revelan que con sólo cinco unidades, a medida que Juan Camilo Mouriño avanzaba en su carrera como funcionario público, se incrementaban los montos asignados.