Creo que más que la izquierda de la que habla el autor, es el PRD. La realidad de la política mexicana es que es un sistema totalmente corrupto, establecido sólo para desfalcar, derrochar brutalmente el presupuesto federal que es lo que en realidad la inmensa mayoría de los políticos persigue. Nada más. El interés particular en vez del beneficio público. Hasta que esto no cambie, seguiremos inmersos en el vergonzoso retraso, el subdesarrollo y la miseria.
El Partido de la Revolución Democrática no ha encontrado su propia esencia. Sus dirigentes y los que aspiran a ocupar su lugar, más que pensar en su partido y en la función histórica que debería tener, se han enredado en una madeja de trampas y trucos que, al momento de escribir estas líneas, todavía no ha podido resolverse. Los primeros resultados de ese enredijo ya están a la vista. Según la reciente encuesta de Mitofsky sobre las tendencias electorales a 2009, el PRD está en un bajo tercer lugar, más que el Revolucionario Institucional. Si las cosas siguen como están, el partido del sol azteca pasará del segundo lugar que tiene en la Cámara de Diputados a un nivel mucho menos influyente.
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