3.3.08

Quedó chica la T2 del aeropuerto

¿Usted se subiría confiadamente a un avión una de cuyas alas chocó contra un poste mientras rodaba en la pista de la nueva Terminal 2 del aeropuerto de la ciudad de México? Fue enviado al taller; el golpe debe de haber sido fuerte porque permanecerá en reparación 45 días. Supongo que la mayoría de las personas –sobre todo las que padecen fobia a los aviones– preferirían no viajar en uno que ha protagonizado un accidente así. En un mes dos aviones de Aeroméxico han tenido que suspender sus vuelos por situaciones fuera de lo común. El 23 de enero, el vuelo 001 con destino a Madrid fue cancelado; una de las alas del Boeing 777 chocó con otro avión. El lunes pasado –25 de febrero– se suspendió la salida de otro 777 que se dirigía a Sao Paulo, Brasil; un ala chocó contra un poste. Consultados, algunos pilotos dijeron que la nueva Terminal 2 quedó chica para aviones del tamaño del 777, aunque los más pequeños pueden usarla sin problemas. Dada la extensión de sus alas, el piloto no puede ver si van a pegar contra algo que esté cerca en el momento de dar una vuelta en las maniobras de rodaje. El Superjumbo A 380 de Boeing –con capacidad para 550 pasajeros en dos pisos– también está muy grande para aterrizar en la nueva terminal, no obstante que las autoridades habían anunciado lo contrario. En pocas palabras, quedó chica. El vocero del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, José Luis Uribe Ortega, hizo declaraciones tranquilizadoras a la prensa: según él, este tipo de sucesos ocurren en todos los puertos aéreos del mundo, aun con las más altas medidas de seguridad. Añadió que los casos más comunes son algún rozón entre las alas de los aviones, debido a la falta de cálculo de los pilotos o de los empleados de tierra, como los bandereros, así como de quienes arrastran los aviones. Sin embargo, su opinión no concuerda con la de numerosos pilotos: insisten en que la Terminal 2 es pequeña para las necesidades de maniobra de los aviones grandes como el 777. El responsable de la construcción, el ex secretario de Comunicaciones Pedro Cerisola, anda desaparecido y el nuevo secretario, Luis Téllez, hizo la inauguración el 16 de noviembre del año anterior, pero no ha dicho esta boca es mía; sin embargo, no puede eludir su responsabilidad por permitir las operaciones de un aeropuerto que no reúne las condiciones requeridas. ¿No sería conveniente que los 777 volvieran a la Terminal 1, antes de que ocurra una tragedia? El presupuesto original de la obra fue de 6 mil millones de pesos, pero se les “disparó” y supera los 8 mil millones. Es una de las construcciones señeras del foxismo; inclusive, en alguna ocasión Cerisola propuso que se le quitara el nombre de Benito Juárez y se le pusiera el de Vicente Fox. Se habla insistentemente de que los costos fueron inflados fraudulentamente.

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