18.2.08

No más credibilidad

Hace mucho tiempo que los mexicanos perdimos confianza en las instituciones: desde la Presidencia de la República (ya nadie le cree al jefe del Ejecutivo que haga o pueda hacer algo, atado de manos como está por los poderes reales, económicos y políticos, nacionales y extranjeros) hasta el Congreso de la Unión (que ha demostrado que legisla con el estómago, con el interés político puramente de obtención de votos y con el signo de pesos por delante), y desde los partidos políticos hasta los intelectuales (que temen decir lo que verdaderamente piensan para no enemistarse con los grupos en el poder o con los medios de comunicación). Pero todavía hace algunos años creíamos en el IFE, en las comisiones defensoras de los derechos humanos y en el IFAI.

Hoy ya no es así. Esas instituciones, puesto que sirven de poco y sólo dan pie al ofensivo dispendio, han pasado a formar parte de todo el aparato de gobierno que no cuenta con credibilidad ni con nuestra confianza y mucho menos con nuestro respeto, lo cual, como escribió Nancy Rosenblum, es “la condición sine qua non de la democracia”.

No hay comentarios.: