Nada de qué extrañarse, ya que el dinero que Ye Gon tenía era reserva de la campaña calderonista, que terminaron no usando (¿para qué necesitarían más de $2,000 millones EN EFECTIVO?). Así comenzó el gobierno de las "manos limpias".
Luego de 90 días de arraigo, la PGR tuvo que dejar en libertad a tres trabajadores de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), a los que acusó de pertenecer a la organización criminal del empresario mexicano de origen chino Zhenli Ye Gon, pero no pudo acreditarles los cargos.
Francisco Julián Íñiguez García, subdirector ejecutivo de Servicios de Salud y Dispositivos Médicos; Rodolfo Domínguez Becerra, verificador sanitario, y Patricia Gurrola Barrera, secretaria, fueron reinstalados en sus puestos dentro del gobierno.
El año pasado, cuando la PGR los detuvo y arraigó, los acusó de asesorar al empresario en la obtención de permisos y otros documentos sanitarios, para sus importaciones ilegales de precursores químicos, a través de la empresa Unimed Pharm Chem de México.
La libertad de los servidores públicos deja abierta la línea de investigación sobre la colusión de funcionarios de la Cofepris con la organización de Ye Gon, ya que hay evidencias de que en el organismo le facilitaron números originales de los permisos de importación que se entregaban a otras empresas, para que los anexara a documentos falsificados para ingresar a México sus cargamentos ilícitos de seudoefedrina.
A pesar de las pruebas que obran en el expediente, como los documentos que utilizó Zhenli Ye Gon el 15 de octubre de 2005, que le permitieron importar media tonelada de penicilina —que se presume era seudoefedrina—, ahora no hay un solo servidor público detenido como responsable de estos hechos.
Ye Gon está preso en Estados Unidos y sujeto a proceso por presunto tráfico de drogas. En marzo de 2007 le fueron decomisados en México 205 millones de dólares que se hallaron en su casa de Las Lomas.
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