22.10.07

Varios júniors de los negocios se quedaron con Aeroméxico

Ahora que graciosamente el gobierno federal reprivatizó, en medio de múltiples dudas (tradición obliga) sobre el procedimiento, 40 por ciento del mercado de la aviación otrora nacional (léase Aeroméxico), vale la pena hacer un rápido paseo por la ilustre historia de los nuevos dueños (Citigroup disfrazado de Banamex y 13 hombres y una mujer de “negocios”) de la más septuagenaria línea aérea.

Hay de todo: desde fortunas de pedigrí, pasando por muchos júniors (aunque la edad ya no les permita presumir tal calificativo) y “rescatados” por el Ficorca de Miguel de la Madrid, el Fobaproa de Zedillo y la generosidad de la “democracia de, para y por los empresarios” de Fox, hasta especuladores bursátiles que, como por arte de magia (siempre ligada al poder público y al financiamiento de las campañas electorales), han logrado acumular fortunas de ensueño.

De entrada, con 49 por ciento de las acciones a la aerolínea, la trasnacional financiera estadunidense más grande del planeta (en el proceso de compra-venta de Aeroméxico nunca se mencionó Citigroup) se disfrazó de Banamex, donde la mano “mexicana” más “reconocida” es la de Roberto Hernández Ramírez, mister tax free, ese especulador bursátil que en agosto de 1991 obtuvo (con las mismas dudas sobre la transparencia del procedimiento de asignación por parte del salinismo) el Banco Nacional de México, el mismo que una década después vendió, junto con sus accionistas y libre de impuestos, al referido corporativo con sede en Nueva York, no sin antes ser “rescatado” por el Fobaproa y apoyado financieramente la campaña de Fox y, más adelante, la de Calderón.

No hay comentarios.: