29.10.07

De zorros y coyotas

Una averiguación de la Secretaría de la Función Pública mostró los primeros indicios de presunta corrupción entre las administraciones foxistas en Pemex y una de ellas, Arrendadora Ocean Mexicana (AOM), donde la alta dirección de Pemex y la Secretaría de Hacienda misma podrían salir implicadas. AOM fue constituida en agosto de 2001, y su estructura de propiedad muestra que 49 mil 996 acciones están en poder de la empresa Blue Marine Technology, dos son de Antonio Juan Marcos Issa, y una para cada una de los hermanos Alfredo y Juan Reynoso Durand. Estos tres son propietarios de Blue Marine Technology, y Juan es yerno de Marcos Issa. Apodado El Cieguito porque prácticamente no ve, Marcos Issa fue secretario de Finanzas en Coahuila cuando el gobernador era Rogelio Montemayor, quien lo hizo su coordinador de asesores en Pemex. Raúl Muñoz Leos, primer director de Pemex en el gobierno foxista, lo mantuvo en el cargo, y al ser relevado por Ramírez Corzo, Marcos Issa mantuvo su relación intensa dentro de la empresa. La soberbia lo llevó a posar junto con los Reynoso Durand para una portada hace casi dos años en la revista latinoamericana Poder, donde se reseñaba una operación espectacular que había realizado su empresa con Pemex, al arreglar el arrendamiento de un buque petrolero de la empresa noruega Bergesen a 15 años por 758 millones de dólares. En ese contrato estaban involucrados sus empresas y Subtec, donde Alfredo Reynoso Durand es su representante legal. Las investigaciones han ido probando que fueron empresas de papel que al amparo de la protección de altos funcionarios en el gobierno foxista, pudieron realizar contratos multimillonarios sin necesidad de inversiones mayores ni experiencia en la industria. En el contrato del buque arrendado a Bergesen, las comisiones que se llevó el grupo se calculan en alrededor de30%. Otro caso documentado por la Secretaría de la Función Pública es el de seis contratos adjudicados directamente por Ramírez Corzo en 2005, por más de mil 500 millones de pesos, por el arrendamiento de varios buques a la empresa danesa Torm, cuya renta ascendió, durante 2005 y 2006, a 35 mil dólares, al menos, por cada uno. Esta operación fue revisada por la Auditoría Superior de la Federación, que determinó que AOM había provocado un daño al erario por más de 60 millones de pesos. El modus operandi que no les implicaba tener un portafolio extenso sino uno selecto que les redituaba ingresos elevados y un trabajo quirúrgico con los funcionarios a los que presuntamente se involucraba en su esquema, se ha ido construyendo en las investigaciones federales; algunos de sus avances han venido siendo reportados en la prensa. La investigación para determinar los ilícitos ya han arrojado que existe un patrón de intercambio de información entre AOM y Pemex a través de teléfonos celulares, correos electrónicos personales y mediante mensajeros de confianza, y que esta operación se realizaba en tres niveles jerárquicos. Uno de los hallazgos más notables de la investigación se dio al descubrir la comunicación permanente de Juan Reynoso Durand, el yerno de Marcos Issa, con Jaime Suárez Coppel, hermano de Juan José Suárez Coppel, el poderoso ex director de Finanzas de Pemex y protegido del ex secretario de Hacienda, Francisco Gil. La comunicación telefónica motivó una mayor supervisión de los correos electrónicos personales, en donde se encontraron mensajes entre Marcos Issa y Juan José Suárez Coppel, y de Juan Reynoso Durand con Jaime Suárez Coppel y con Pedro Gómez Flores, subdirector de Distribución y Almacenamiento de Pemex Refinación.

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