12.10.07

Otro sacerdote, acusado de participar en ejecuciones, esta vez con Pinochet

Apenas el año pasado, al general Miguel Eduardo Trincado, quien figuraba en la terna para suceder en el cargo a Izurieta, le tocó dirigir la parada militar con la que el pinochetismo celebra cada 11 de septiembre el golpe militar. Pero en diciembre, enterrado Pinochet, su escudo protector perdió poderes. Y hoy está preso. Fue detenido hace un mes, cuando la Corte de Antofagasta logró reunir pruebas suficientes en su contra por su participación en el caso conocido como Operación Televisoras, que consistió en hacer desaparecer, incinerando o arrojando al mar, centenares de cadáveres de opositores ejecutados ilegalmente por el régimen castrense. Él cumplió la orden del alto mando entre 1977 y 1978.

Junto con él fue detenido el párroco del elegante barrio santiaguino de Las Condes, Exequiel Jorquera, quien fue, en los años después del golpe, capellán del regimiento de Calama, una de las “estaciones” de la conocida como “Caravana de la muerte”. Por este caso fue que se instruyó el primer proceso penal contra Pinochet. En el cuartel de Calama fueron fusilados 26 detenidos sin sentencia ejecutoria el 19 de octubre de 1973. Varios de estos inclusive tenían sentencias menores y debían ser liberados en breve. Al sacerdote Jorquera Molina se le juzga como encubridor de decenas de asesinatos de los cuales fue testigo presencial. Durante el proceso, confesó haber participado en la exhumación de los cadáveres, para ocultarlos ante la búsqueda de sus familiares.

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