18.10.07

El pastor del terror

En regímenes ultraderechistas, nadie gana mas que los que están en el poder. "La iglesia" como gusta de llamarse a sí misma la iglesia católica, en su historia está profundamente ligada a la ultraderecha y por ende a los regímenes ultraderechistas. Y el caso del sacerdote von Wernich ilustra crudamente lo que estos regímenes pueden llegar a hacer: Secuestrar, torturar y asesinar en el nombre de dios.
Por delitos de lesa humanidad, cometidos en el contexto del genocidio que tuvo lugar en Argentina entre 1976 y 1983, fue condenado a cadena perpetua el ex capellán de la policía bonaerense, el sacerdote Christian Federico Von Wernich. Es la primera sentencia contra un miembro de la Iglesia católica por violaciones a los derechos humanos. El Tribunal Oral Federal de La Plata lo condenó con la pena máxima, el pasado martes 9 de octubre, por siete crímenes y privaciones ilegales de la libertad cometida durante la dictadura militar. El sacerdote fue considerado partícipe y coautor de secuestros, torturas y asesinatos perpetrados durante el terrorismo de Estado cometidos en el marco de un genocidio.

Luego de tres meses de juicio oral, que atrajo la atención de los medios de comunicación, el tribunal juzgó a Von Wernich, de 69 años, quien fue capellán de la funesta policía de la provincia de Buenos Aires durante los años de brutal represión.

Creemos necesario hacer una desapasionada lectura de este caso por las indudables lecciones a la circunstancia mexicana; no se trata de escarnio ni de desprestigiar a la Iglesia, sino de analizar y registrar cambios importantes de cómo decepcionan a la sociedad tanto lo religioso como la estructura eclesiástica.

En cuanto a la participación de Von Wernich en las torturas, numerosos sobrevivientes lo identificaron sin dudar. En su testimonio, una víctima afirmó: “¿Lo podés creer? Fue un tipo que torturó sicológicamente. Decía que no debíamos culpar a nuestros torturadores –cuenta Zaidman, quebrantado por las torturas y quien radica actualmente en Madrid–. Defendía la tortura y decía que teníamos que pagar porque le habíamos hecho daño a la patria”.

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