9.8.07

Los Monopolios Asfixiantes en México

De ricos y riquezas

Luego de 10 años los mexicanos recuperaron el ingreso que tuvieron en 1994. En ese año, los famosos “errores de diciembre” provocaron una crisis que redujo el PIB en 6.2 por ciento. Más grave fue la reducción del ingreso de las familias: cayó 28 por ciento en 1995 y 1996. Al mismo tiempo, los grandes ricos mexicanos multiplicaron brutalmente su patrimonio, apareciendo en los primeros lugares entre los más ricos del mundo. En esta década México mostró al mundo su enorme desigualdad, muy superior a la que registra la información sobre distribución del ingreso que proviene de la Encuesta Ingreso-Gasto de los Hogares que, pese a eso, muestra una situación muy concentrada.

Un ejemplo ilustrativo de esta increíble concentración es la riqueza de Carlos Slim. Desde que se ubicó en los primeros lugares de la lista de Forbes se informa trimestralmente de la evolución de su situación patrimonial. Sabemos que actualmente su riqueza alcanza 60 mil millones de dólares, lo que equivale a 660 mil millones de pesos que comparados con el valor del PIB en 2006 (9 billones 155 mil 450.3 millones) significa 7.2 por ciento. Esta riqueza se ha generado principalmente en México, con una vieja técnica: construyendo monopolios. Las empresas de Slim están en telecomunicaciones, minería, construcción, hoteles, banca, aerolíneas, refrescos, tiendas departamentales, tabaco, bicicletas, ferrocarriles, banca e imprenta.

Se trata de empresas que venden lo que producen en nuestro país. Tienen una relevante participación en el mercado, lo que les permite fijar sus precios de acuerdo a su fuerza monopólica. Esos precios están frecuentemente por encima de los internacionales, lo cual indica que se apropian de parte del excedente generado en las empresas que les compran. Por esto crecen mucho más que la economía. En realidad, ellos crecen y la economía no. Es la trampa de la desigualdad: a mayor nivel de concentración monopólica, menor crecimiento de la economía y, en consecuencia, mayor pobreza. Para conservar esta situación requieren controlar el funcionamiento gubernamental: capturan al Estado para seguir operando...

...El Estado, el capturado por ellos, será crecientemente incapaz de gobernar al país, de garantizar el estado de derecho, cuestionado diariamente por los cárteles. La democracia, lograda por generaciones de mexicanos que lucharon por terminar con el régimen de partido de Estado, no podrá conducir las diferencias políticas y sociales que existen en la sociedad. Pese a todo, el país seguirá generando riqueza, pero no servirá para mejorar la calidad de vida de la población. Sólo les servirá a ellos.


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