El reportero Alfredo Corchado ha escrito en The Dallas Morning News que México podría recibir mil 400 millones de dólares a lo largo de dos años como ayuda de Estados Unidos para el combate al narcotráfico, con especial dedicatoria al entrenamiento de agentes policiales mexicanos y la instalación de equipos de alta tecnología. Sujeto aún a negociaciones entre legisladores del país vecino, y a que George W. Bush lo firme, el Plan México, según la nota del reportero del diario texano, significará “en general, que Estados Unidos asuma una responsabilidad mayor en la lucha contra los traficantes mexicanos de drogas, lo que representa un notable aumento en los fondos anuales que envía el gobierno de Estados Unidos a México y que este año son estimados en 40 millones de dólares”. Corchado señala que no está claro si el apoyo al gobierno de Calderón está incluido en el presupuesto del Pentágono recientemente aprobado o irá en un paquete suplementario destinado a las guerras de Irak y Afganistán. A lo largo de seis años, el Plan Colombia ha recibido 6 mil millones de dólares para el combate de narcotraficantes y “grupos rebeldes”, con presencia física de militares estadunidenses que “entrenan” (dirigen y supervisan, en realidad) a los colombianos. México, en seis años, si el paquete bianual es aprobado y luego ratificado sin incrementos, recibirá 4 mil 200 millones de dólares, ¿sólo para la “lucha contra el narcotráfico” o también contra “grupos rebeldes”?, ¿con presencia disfrazada de entrenadores/supervisores estadunidenses o los generosos e ingenuos gringos sólo verán de lejos cómo la corrupción mexicana maneja el suculento botín? Por lo pronto, el derechista gobierno colombiano de Álvaro Uribe ha enviado a México a voceros oportunamente interesados en instalar en la opinión pública la tesis de que las guerrillas acaban asociándose con los cárteles del narcotráfico. De esa manera se va creando una “justificación” para acciones represivas que incluyan a “grupos rebeldes” supuestamente convertidos a la “lógica criminal”: el aparato militar que desfila por el país en supuesta batalla contra cárteles en esencia intocados, e inclusive florecientes, podrá así dirigir sus baterías a supuestos o reales guerrilleros a los que se trataría con el rigor de combate a civiles que se ha visto en sitios como, por ejemplo, Carácuaro, donde en mayo pasado el Ejército Mexicano usó bazucas para barrer a supuestos narcotraficantes… Y, mientras Vicente Fox se defiende un día de estos aduciendo que no es dueño de la Colina del... no, perdón, del Rancho de los Ratones, e inclusive que él ni siquiera fue presidente de México, ¡hasta mañana, con Carstens desmintiendo figuradamente la inflación!
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