Una vez que se ha confirmado la firma de un acuerdo con Estados Unidos en materia de cooperación contra el narcotráfico, el gobierno mexicano debe explicar cuáles son las condiciones que impuso el vecino país para aprobar la ayuda económica, señaló ayer José Luis Piñeyro, especialista en temas de seguridad nacional.
En tanto, fuentes oficiales comentaron que 60 por ciento de la ayuda estadunidense (aviones y helicópteros) se destinará a la Procuraduría General de la República y a la Secretaría de Seguridad Pública federal, mientras el resto se lo dividirán el Ejército y la Armada.
Tampoco se descarta que, además de la capacitación y entrenamiento para policías y militares, la cooperación incluya radares para detectar e interceptar barcos y aviones sospechosos, así como equipo electrónico para labores de inteligencia.
Piñeyro, por su lado, comentó que es conocida la añeja intención estadunidense de que se le permita realizar persecuciones “en caliente”, tanto por vía aérea como marítima, de aviones o barcos que ingresen a territorio mexicano; la presencia de asesores militares en aeronaves encargadas de la intercepción y erradicación de drogas, y en los operativos contra el narcotráfico.
Además de la recurrente solicitud para que se permita la presencia de más elementos de la agencia antidrogas estadunidense (DEA, por sus siglas en inglés) en territorio mexicano, y que se les permita portar armas.
La ultraderecha mexicana ha cedido los últimos resquicios de soberanía de nuestra patria. La historia juzgará duramente a estos apátridas que dicen gobernar.
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