3.6.08
Israel podría atacar Irán en poco tiempo
Cargill ganará $1,221.5 millones en seis meses por subsidios del gobierno al maíz
Con el subsidio que el gobierno federal otorgará a las comercializadoras de maíz de 625 pesos por tonelada y el aumento mensual del grano, Cargill tendrá una ganancia en seis meses de mil 221.5 millones de pesos, ya que adquirió 900 mil toneladas del grano mediante la agricultura por contrato.
Tres días antes del anuncio presidencial de las llamadas acciones para proteger la economía familiar (25 de mayo) en reunión privada en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el secretario técnico del gabinete económico de la Presidencia, Felipe Duarte Olvera; los subsecretarios de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, Rocío Ruiz, y de Agricultura de Sagarpa, Francisco López Tostado, y la directora de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca) Graciela Aguilar, acordaron el incremento gradual a la tonelada de maíz para garantizar el abasto del grano para el valle de México y evitar un disparo de precios de la tortilla.
Giro democrático
Calderón, igual que sus predecesores, está convencido de que el capital privado es mejor que el Estado para administrar los recursos públicos. Por el carácter simbólico del petróleo y la contracampaña para defenderlo se ha visto obligado a empacar la operación en una presentación mentirosa. Pero reitera a todos los vientos el sentido y propósitos de la acción, que desde hace 25 años han traducido activamente en política los presidentes del neoliberalismo.
El país entero está en venta, no sólo Pemex. En amplias áreas se ha entrado en la etapa de entregar la mercancía que ya se vendió. En Chiapas, los paramilitares, la policía y el ejército se emplean ahora para expulsar a quienes están en porciones que en los mapas oficiales tienen ya el letrero: “Vendida”. El grandioso plan presidencial para garantizar el abasto de alimentos no es sino un uso perverso de la “crisis” para llevar adelante una política que ha estado destruyendo nuestras capacidades productivas y la vida campesina y entregando la soberanía alimentaria a unas cuantas compañías, predominantemente extranjeras.
La certificación militar
2.6.08
El gober odioso
1.6.08
Fideicomisos públicos subsidian negocios de los Mouriño
Documentos obtenidos por Contralínea, mediante la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, revelan que a partir de que Juan Camilo Mouriño Terrazo se convirtió en funcionario del gobierno federal –en el sexenio de Vicente Fox y con Felipe Calderón como su jefe inmediato en la Secretaría de Energía (Sener)–, las empresas del Grupo Energético de Sureste (GES) ingresaron como beneficiarias de diversos programas de gobierno destinados a las micro, pequeñas y medianas empresas, y que algunas de sus compañías fueron creadas ex profeso para recibir subsidios.
En relación con el ascenso que obtenía Mouriño Terrazo en cargos públicos –hasta convertirse en titular de la Secretaría de Gobernación–, se incrementaron los montos en convenios y contratos que Pemex Refinación otorgó por adjudicación directa a Ivancar, empresa de la familia Mouriño, y aumentaron los subsidios del gobierno. Así prosperó GES, hasta ser uno de los consorcios con más poder económico y político en la región, con giros tan diversos como la venta de gasolina o la construcción de torres eólicas.
El mismo año en que el ahora secretario ingresó a la Sener, el dinero público llegó a la familia Mouriño proveniente de diversos fideicomisos para la instalación y remodelación de locales; habilitación, equipamiento y remodelación de naves industriales; adquisición de maquinaria y equipo; capacitación, asesoría empresarial, desempeño ambiental, planeación financiera y promoción en ferias regionales.
Desapariciones forzadas del calderonismo
Al menos 23 personas vinculadas a organizaciones políticas y sociales han sido desaparecidas durante los últimos 18 meses. A la lista que encabezan dos integrantes del EPR –quienes cumplen un año de haber sido secuestrados supuestamente por el gobierno federal– se suman activistas de paupérrimas zonas rurales. El combate al narcotráfico, sólo un ardid para militarizar el país, consideran analistas y defensores de derechos humanos.
Desde la llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República, se ha denunciado la detención y desaparición forzada de al menos 23 integrantes de organizaciones sociales y políticas. Entre ellos están cuatro indígenas que desaparecieron en las vísperas del cambio de gobierno federal. La lista, integrada por centros de defensa de derechos humanos, no incluye los sucesos en los que no se presume un móvil político. En total, los casos de desaparecidos y levantados en lo que va del sexenio superarían los 300.
Considerada como un crimen de lesa humanidad por el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, la desaparición forzada de personas se ha mantenido vigente como mecanismo para “dirimir” conflictos políticos durante las dos administraciones panistas, denuncian directores de centros de derechos humanos y especialistas.
31 días, 493 ejecutados
Continuo declive de Pemex en los gobiernos de Acción Nacional
Desde el año 2000, cuando el Partido Acción Nacional (PAN) ascendió al poder, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha sufrido un constante deterioro en sus principales indicadores, pese a que en los pasados siete años han prevalecido condiciones extraordinarias para la explotación de crudo: bajos costos y altos precios, según revela el más reciente diagnóstico de la industria petrolera mexicana elaborado por la paraestatal.
De acuerdo con cifras oficiales, Pemex pasó del sexto lugar en 2000, cuando Vicente Fox llegó a la Presidencia de la República, al número 11 en 2007, primer año de gobierno de Felipe Calderón, según se desprende de los datos dados a conocer en el reciente análisis: Situación y reforma de Pemex, fechado el 29 de mayo de 2008.
Entre 2000 y 2007, periodo de gestión del PAN al frente de la administración gubernamental, la deuda en la paraestatal se duplicó, la producción prácticamente se ha mantenido estancada con tendencia a la declinación, la refinación no se ha incrementado, mientras que las reservas probadas también se desplomaron, al pasar de una relación entre tasa de restitución contra producción de 22 a 9.2 años.
Gobiernos panistas y deterioro de Pemex
De acuerdo con datos que se desprenden de un informe oficial presentado el pasado jueves, a partir de la llegada del Partido Acción Nacional al poder Petróleos Mexicanos (Pemex) ha acusado un severo deterioro que al día de hoy lo coloca en una situación alarmante: entre 2000 y 2008, la paraestatal pasó del lugar seis al 11 entre las principales empresas petroleras del mundo, sus niveles de producción han ido a la baja, no ha habido avance en campos estratégicos como el de la refinación, y sus reservas probadas de petróleo han sufrido un desplome acelerado.
Significativamente, durante ese mismo periodo las condiciones para la explotación petrolera han sido por demás favorables –los costos de producción son bajos y los precios internacionales del crudo se han mantenido altos–, por lo que la debacle de Pemex parece obedecer más a una política deliberada de abandono, desmantelamiento y empobrecimiento, iniciada desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, pero agudizada por las administraciones de Vicente Fox y de Felipe Calderón.
En efecto, como el mismo reporte da cuenta, entre 2000 y 2008 la deuda de la paraestatal se duplicó y el monto que la empresa pagó al fisco asciende a unos 4 billones de pesos, equivalente a más de 40 por ciento del producto interno bruto mexicano para el año 2007. Ambos elementos se encuentran relacionados y configuran una especie de círculo vicioso: al tener que otorgar la mayoría de sus ingresos a las arcas públicas, Pemex se ve imposibilitado de realizar inversiones con recursos propios, y eso lo obliga a contraer deudas cada vez más grandes con la iniciativa privada. Sus carencias presupuestales en las últimas décadas, y la política fiscal de saqueo que el gobierno ejerce sobre el organismo, aunado a la corrupción que prolifera, desde hace mucho tiempo, en su administración, son lastres para el desarrollo de la industria petrolera nacional que no han sido combatidos en las dos administraciones panistas; por el contrario, se han agudizado en forma preocupante.